3 TODO PASA PARA ALGO

PARA QUE?

Se llega el fin del año 2019 y nos preparamos a recibir el año 2020. El 31 de diciembre nos reunimos con las personas con quienes organizamos recibir el nuevo año. Para unos es motivo de alegría, para otros de tristeza por las circunstancias que viven y para otros será una fecha que pasa inadvertida. Como todo comienzo de año, muchos hacemos planes o pensamos en qué deseamos realizar este nuevo año. ¡Lejos estábamos todos de saber lo que viviríamos solo dos meses después!. Para ésta fecha los gobiernos, las empresas, los colegios, universidades y muchas personas ya han elaborado sus proyectos para el año que comienza. En el transcurso de nuestra vida escuchamos hablar de guerras, de crisis económica, de enfermedades o virus, del calentamiento global, de hambrunas, desastres naturales. 

Sabemos que la vida está compuesta por altibajos. Hoy estamos bien, mañana posiblemente estamos enfrentando una enfermedad, muerte o crisis económica. Pero con la ayuda de Dios y con nuestro deseo de salir adelante, unos se van reponiendo pero otros quizás se demoran mas o posiblemente nunca se pueden levantar de una mala situación. Como la guerra, la crisis o la enfermedad la sufre el vecino, no me toca directamente, entonces yo sigo mi vida.

Cuando el 12 de marzo de 2020 la OMS declara la pandemia por COVID 19 a nivel mundial y se empiezan a cerrar las fronteras de todos los países y los noticieros solo hablan de este virus, es cuando nos damos cuenta que la cosa ya no es solo para el vecino, sino que ahora nos está afectando a todos por igual en todos los lugares del planeta. Nos vimos obligados a cambiar nuestras costumbres, nuestras relaciones personales, nuestros trabajos y hasta nuestros roles dentro de la familia. No existe una medicina que podamos comprar para protegernos de esta mortalidad. Sin embargo la mejor protección la encontramos dentro de nuestra propia familia y dentro de nosotros mismos. Ahora depende del cuidado individual, la salud de toda la humanidad. ¿Si está literalmente en mis manos con mi disciplina enfrentar este virus, por qué no se ha podido erradicar totalmente? La respuesta es sencilla, porque depende de nuestra responsabilidad personal y de nuestra disciplina. Los países donde no hay disciplina, donde no se respetan las autoridades y no se cumplen las leyes será mas difícil  erradicar éste mal. Sin embargo en medio de este panorama tan oscuro, muchas personas y empresas han logrado sostenerse, crecer y aún innovar mejorando su calidad de vida. ¡Por qué?

DIOS Vs PANDEMIA

• Dios está tan cerca del ser humano, que de lo cerca no lo percibe. El virus no lo percibimos y puede estar muy cerca de nosotros.
• Dios nos dio libre albedrío para escoger el camino, yo decido  hacer el bien o 
• el mal, también decido aislarme socialmente y seguir las normas de salubridad o desobedecer las recomendaciones sanitarias y asumir las consecuencias.
• Tanto en medio de la pandemia como en mi vida, las consecuencia sobre mis buenas o malas decisiones recaen sobre mi y sobre mi familia en primer lugar.
• Cuando le entrego el control de mi vida a Dios, puedo disfrutar de su presencia, aún en medio de las dificultades. Igualmente son muchas las personas disciplinadas y  creativas  que en medio de ésta crisis han salido adelante.

No hay lugar en el planeta, donde no se cumpla la voluntad de Dios. Son muchas las personas que  descalifican la Biblia porque no creen que realmente fuera inspirada por Dios y hasta se atreven a afirmar que varias personas escribieron lo que se les antojó.  En esta Pandemia muchos se estarán cuestionando, ¿Dónde esta Dios en éstos momentos?. Por qué? ¿Por qué se muere un ser querido?, ¿Por qué quedamos sin trabajo?, ¿Por qué no podemos salir a la calle?, ¡Por qué hay tanto caos? Si Dios ya sabía que todo esto sucedería en la tierra, PARA QUE PERMITIÓ que hoy estemos pasando por ésta situación?

Santiago 1:17-18 nos enseña que Dios no cambia, El anhela darnos todo lo bueno y todo lo perfecto. Quiere ser nuestro Padre y por eso envió a Jesucristo, para que tengamos una vida nueva, haciendo lo que A Él le agrada y sirviéndole. Esto lo podemos lograr si cambiamos nuestra manera de pensar y de ser, como lo enseña Ro. 12:1-2. Pero si no leemos la biblia, ¿Cómo sabremos cuál es la buena, agradable y perfecta voluntad de Dios? Sea que este virus hubiera salido espontáneamente o sea una guerra biológica, como tantos años atrás veníamos escuchando que podría suceder, Dios ya sabía que pasaríamos ésta situación. A decir la verdad, es tanta la maldad que diariamente  sucede en todo el planeta, que imagino el sufrimiento de Dios al ver que lo que Él creó bueno en gran manera según génesis 1:31, se ha perdido de sus propósitos. Esta Pandemia nos está enseñando que confinados con la familia,  tendremos la posibilidad de protegernos del virus. Son muchas las recomendaciones que nos hacen y todas ellas nos llevan a mirar hacia Dios, hacia nuestro ser interior y hacia nuestra familia mas cercana.

Valores como el amor, el respeto, la tolerancia, la responsabilidad, la ética, la libertad, la justicia, la honestidad, la lealtad, la solidaridad entre muchos mas, debemos practicarlos en cada espacio donde nos movemos y con todas las personas con quien compartimos nuestras diversas actividades tanto en nuestra relación con Dios, como con nuestra familia, las amistades, la sociedad. Es éste un tiempo extraordinario, para mirar hacia adentro de nosotros y analizar que le estamos aportando a éste mundo y que le estamos dejando a las futuras generaciones como enseñanza. En muchas comunidades religiosas, en colegios, universidades y empresas se diseñan programas a donde llevan a las personas a alejarse de las actividades cotidianas con un propósito específico, generalmente para meditar y acercarse a Dios o para descubrirse interiormente. ¿PARA QUÉ permite Dios que la humanidad esté atravesando ésta pandemia? PARA QUE volvamos la mirada hacia Él y pongamos en orden nuestra vida.

Efesios 4:22-24

22 En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos23 y renovaos en el espíritu de vuestra mente,24 y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad. 

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