4 CUANDO DIOS PERMITE LAS PRUEBAS

 

PRUEBA QUE MERECE SER ALABADA

Recuerdo cuando mi hijo estaba pequeño que le pregunté: ¿Qué te gusta mas del colegio? muy rápidamente y sin pensarlo dos veces me respondió que el recreo y las vacaciones. Me causó tanta gracia esa respuesta, que no le hice mas preguntas. Con esa respuesta entendí que no estaba muy interesado en aprender lo que le enseñaban en el colegio. Gracias a Dios no se quedó con esa mentalidad y hoy en día es un hombre responsable que se preparó para ejercer una buena profesión, para la cual se tuvo que esforzar académicamente y tuvo que poner todo su empeño para sacarla adelante. Son muchos los niños a los que no les gusta ir a estudiar y solo quieren jugar. Pero somos los padres, los que debemos inculcar en ellos el amor al estudio, la responsabilidad, el compromiso, pero sobre todo darles testimonio con nuestra propia vida, de que si deseamos algo, debemos luchar para conseguir  honestamente lo que anhelamos. Es un sacrificio, que en muchas ocasiones no es tan placentero, tener que levantarse temprano para ir al colegio, quizás en un día lluvioso, tener que preparar un tema para presentar un examen, sacrificando hasta el sueño. Dejar de ir a un paseo, por cumplir con una actividad académica. Pero todo este esfuerzo y sacrificio, se ve compensado al final del año, con unas buenas notas y la posibilidad de ir escalando cada año escolar, y al final de varios años, ver a ese niño convertido en un profesional. 

Si queremos obtener algo, debemos hacer sacrificios y trabajar para alcanzar lo que deseamos. No hacemos estos esfuerzos, si no sabemos para donde vamos. La mayoría de las veces nos cuesta y nos parece difícil, pero cuando vemos los resultados, nos sentimos felices y hasta agradecidos de haber vivido lo que vivimos.

Leí en la biblia cuando Santiago le dice a la iglesia que estén felices cuando pasen por dificultades. Me pregunto, ¿quién se pone feliz cuando le dicen que tiene una enfermedad? o que un hijo está enfermo? o cuando lo despiden del trabajo? Pero el mensaje va mas allá. Pasar por una dificultad es poner a prueba la confianza en Dios. Decimos creer en Dios y estar convencidos que nuestra fe es mas o menos igual a un grano de mostaza, pero cuando vivimos una circunstancia difícil, ¿realmente creemos en Dios?. Es muy facil aconsejar a alguien que esta viviendo una situación difícil que confíe en Dios. Pero, ¿que pasa cuando  soy yo quien esta atravesando una prueba?

Santiago 1:3 enseña que las pruebas son para aprender a poner nuestra confianza en Dios y así aprender a soportar con mas fuerza las dificultades. El propósito de la enseñanza a través de la prueba, es que seamos mejores y aprendamos a obedecer a Dios.

1 Pedro 1:7 compara la confianza en Dios con el oro. Para probar la calidad de este metal se pasa por fuego. Igual sucede con nuestra confianza en Dios. Pasar la prueba es realmente confiar en Dios. ¿Cuántas personas se desmoronan y deciden cambiar el rumbo de sus vidas ante una prueba? alcohol, drogas, narcotráfico, juegos al azar es el camino que siguen y lógicamente se pierden. Pasar por una prueba, si toca nuestra salud, nos hace aprender a valorar nuestro cuerpo y cuidarlo con buenos hábitos alimenticios, con ejercicio y por qué no, obedeciendo las instrucciones médicas. Si la prueba tiene que ver con una pérdida de un familiar a quien queremos mucho, nos hace valorar mas la familia y las personas. Si la prueba tiene que ver con una pérdida económica, nos hace aprender a valorar el trabajo, el dinero y la administración de nuestros recursos financieros. Son muchas las personas que tienen la oportunidad de recibir buenos ingresos, y los utilizan para satisfacer todos sus caprichos sin pensar en que hay otras personas que también necesitan pero para satisfacer la mas mínima necesidad básica.

UNA CONFIANZA QUE HA PASADO POR MUCHAS PRUEBAS MERECE SER ALABADA.

¿Quién la alaba? En este mismo texto de Pedro dice que cuando Jesucristo venga hablará bien de la confianza que tuvimos en Dios.

Pasar la prueba es permitir a Dios cumplir sus propósitos en nosotros. Es dejarnos transformar para poder ¡VOLAR!

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