QUIEN DIJO MIEDO?

 

¿TIENES MIEDO? SALMO 91:3-6

Según el diccionario de la Real Academia Española (RAE) un cazador es la persona que caza por oficio o por diversión. También se le dice a una persona que gana a alguien trayéndolo a su partido. Son muchas las personas que por curiosidad fueron a conocer algún sitio, a escuchar una conferencia o a probar una sustancia buena o mala, que terminaron formando parte del grupo de personas que hicieron lo mismo. Tal es el caso de quienes probaron una sustancia ilícita y nociva para la salud; las probaron y terminaron siendo consumidores habituales, hasta terminar destruyendo sus vidas. En ésta ocasión quiero referirme al LAZO DEL CAZADOR NEGATIVO. Es tan inteligente y sutil, que la víctima no se da cuenta que está siendo literalmente cazada, para quedar en sus redes.

Un cazador negativo, puede ser un vicio, pero también puede ser una RELACIÓN TÓXICA. Hoy escuchamos en los noticieros hablar de homicidios causados por el o la compañera sentimental. También escuchamos de hijos o nietos que matan a sus progenitores, o de hermanos que se enfrascan en peleas al punto de uno terminar matando al otro. Otro cazador negativo, es caer en manos de SECTAS, que de una manera muy sutil enredan a las personas de tal manera, que les quitan sus bienes o propiedades y aún hasta los alejan de sus familias con verdades a medias que no son otra cosa que mentiras. Las deudas adquiridas sin responsabilidad, son un cazador que puede dejar a una persona no solo sin dinero, sino también sin salud, sin familia o incluso sin la propia vida.

QUE HACER CON EL MIEDO?

Cuando estamos pequeños, el mejor lugar que encontrábamos para superar el miedo, era sentir la presencia de papá o mamá. Un niño lo primero que hace cuando se despierta en la noche, es irse para la cama de los papás. No hay otro lugar mas seguro para vencer el miedo que estar acostado en medio de ellos. Coincidencialmente cuando estoy escribiendo esta reflexión, la tierra tembló. Fue un temblor de magnitud 4.9. Aunque no fue muy fuerte, hay personas que se asustan demasiado y no saben que hacer ante un suceso de ésta naturaleza. Igual sucede cuando a alguien literalmente se le mueve el piso por un cambio de planes en su vida. El miedo ante la incertidumbre de lo que vendrá la puede llevar a hacer cosas que no sabía que podría hacer, o a paralizarse y dejarse derrotar por la desesperanza.

Para nosotros hoy ya adultos también hay un lugar seguro donde podemos vencer el miedo. Ese lugar se llama Jesucristo. El salmo 91:3-6 nos dice:

Él te librará del lazo del cazador, de la peste destructora. Con sus plumas te cubrirá, Y debajo de sus alas estarás seguro; Escudo y adarga es su verdad. No temerás el terror nocturno, Ni saeta que vuele de día, Ni pestilencia que ande en oscuridad, Ni mortandad que en medio del día destruya.

Esta es una promesa que Dios nos hace para que la recibamos y la pongamos en práctica. Con mayor razón en esta época donde la PESTE DESTRUCTORA se está llevando tantas personas de toda clase de condición.  No hay distinción en clase social, religión, raza,  educación, nacionalidad. Todos estamos expuestos a ser víctimas de esta pandemia. Pero en éste salmo El nos promete cubrirnos y guardarnos en un lugar seguro. No debo ser imprudente y desconocer las medidas de seguridad, pero puedo vivir confiada en Dios. Son muchas las personas que han perdido sus trabajos, sus negocios, su estudio y todos sus planes se han estancado. Dios nos está hablando a través de las circunstancias que vivimos. No desfallezcamos y confíemos en que El tiene un propósito para nosotros. Es tiempo de reflexionar en qué estamos haciendo con nuestra vida y seguir adelante. No es tiempo de dejarnos llevar por EL MIEDO. 

En este salmo se leen primero la enfermedad y luego el antídoto. Con la Palabra de Dios, se debilitan las fuerzas negativas a mi alrededor. Dios nos proporciona dos tipos de salvación:

1. La red que , intenta atrapar. Es algo sutil que otra persona o grupo me tienden para caer.

2. La peste destructora. Es un mal físico como la pandemia que hoy estamos viviendo, pero también pueden ser las fuerzas de la naturaleza.

Las fuerzas negativas que pueden atrapar o amenazar al hombre, las puedo anular intencionalmente. Este salmo compara a Dios con un ave que cuida a sus crías.  En la primera parte se refiere al brazo como tal del ave y en la segunda se refiere a las plumas. El brazo rodea a la cría, pero las plumas la tapa. El brazo de Dios nos protege de lo que hay a nuestro alrededor, y sus plumas nos protegen de lo que viene de arriba de nosotros. Esa doble protección también es material y espiritual. Escudo y armadura son su verdad.

El miedo está dentro de la persona, quien le ha dado lugar a fuerzas negativas para que tomen control de ella y se sienta insegura o temerosa ante determinadas circunstancias. "La flecha que vuela de día", se refiere a situaciones que se presentan intempestivamente durante el diario vivir y para lo cual no se estaba preparado. Es imposible evitar que algo negativo pueda suceder, pero en éste Salmo, el Señor nos invita a no temer porque el mismo temor nos puede paralizar y no tomar el control adecuadamente. Por ejemplo en estos tiempos de epidemia, el miedo al virus nos puede llevar a tomar decisiones extremas y en éste caso el remedio es peor que la enfermedad.

La SAETA Y LA PESTILENCIA, dos amenazas que afectan al ser humano, de día y de noche. Pero este día y noche pueden ser una metáfora. Porque una persona puede estar en el día viviendo con el temor de la noche, es decir tener la sensación de estar fuera de la protección de Dios. 

Los problemas y dificultades que se nos presentan, especialmente con nuestra familia mas cercana, no nos pueden apartar del camino que Dios quiere que sigamos. Enfrentar la vida con la seguridad de que es Dios quien nos fortalece

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