CONFIAR


EN VOZ CONFÍO

 Según la RAE, CONFIAR es depositar en alguien, sin mas seguridad que la buena fe y la opinión que de él se tiene, la hacienda, el secreto o cualquier otra cosa.

Millones de personas en el mundo entero ponen a diario su vida en las manos de otras personas. Cuando decido realizar un viaje en avión, estoy confiando en que la tripulación y el personal de mantenimiento del avión  se han preparado lo suficiente para  llevarme de manera segura al lugar donde quiero ir. Igual me sucede si tomo un transporte terrestre o marítimo, o si me someto a una operación o a un tratamiento médico determinado. Una maniobra inesperada a mi modo de ver, puede ser normal para las personas que tienen el control del avión o del vehículo donde yo voy. Cuando me someto a una intervención quirúrgica por complicada que sea a mi parecer, simplemente confío en los médicos y sus asistentes. Mi temor de ese momento de que algo salga mal, no necesariamente puede hacer que realmente eso suceda. Lo mejor que puedo hacer es CONFIAR y seguir las instrucciones de quienes tienen el control en esos momentos.

Con Dios sucede igual. Él me invita a formar parte de su historia. Cuando decido CREER EN DIOS, también debo decidir CREERLE A DIOS. Pongo mi CONFIANZA en Él y sigo sus instrucciones.  Crea o no en Dios, Él está ahí para ayudar a quien lo necesite. Así como debo seguir las instrucciones de la tripulación de una nave  o del médico para alcanzar mi objetivo, con mayor razón debo seguir las instrucciones de Dios para vivir la vida que Él quiere para mi. 


Intencionalmente decido obedecer a Dios:

1. Doy una blanda respuesta a quien me ofende, para que la ira se aplaque. Proverbios 15:1 
La respuesta amable calma el enojo; la respuesta grosera lo enciende más. 

2. Decido perdonar a quien me ofende, para cultivar el amor. Proverbios 17:9

A Dios no le agrada la conducta de los malvados, pero les muestra su amor a los que aman la justicia.

3. Decido vivir en paz y armonía. Romanos 12:16-17

Vivan siempre en armonía. Y no sean orgullosos, sino traten como iguales a la gente humilde. No se crean más inteligentes que los demás. Si alguien los trata mal, no le paguen con la misma moneda. Al contrario, busquen siempre hacer el bien a todos.

4. Decido poner freno a mi lengua. Santiago 3:5

Y lo mismo pasa con nuestra lengua. Es una de las partes más pequeñas de nuestro cuerpo, pero es capaz de hacer grandes cosas. ¡Es una llama pequeña que puede incendiar todo un bosque!

5. Decido vivir como los sabios, no como los necios. Efesios 5:15

Tengan cuidado de cómo se comportan. Vivan como gente que piensa lo que hace, y no como tontos.

6. Cuando vea el peligro, me aparto. Proverbios 27:12

Prever el peligro y evitarlo es actuar con inteligencia; hay que ser muy tonto para no preverlo ni evitarlo.

7. Pongo en práctica lo que Dios me enseña. Mateo 7:24

»El que escucha lo que yo enseño y hace lo que yo digo, es como una persona precavida que construyó su casa sobre piedra firme.



¿Cuántas veces le he dicho a Dios  "en vos confío", pero en la realidad hago las cosas en mis fuerzas?









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