En éste capítulo leemos sobre varios escenarios donde Jesús no solo hizo milagros, sino que con sus actuaciones dejó varias enseñanzas para ellos en esa época y para nosotros hoy. Atravesó en la barca el mar de Galilea y llegó a Cafarnaum, llamada la ciudad del Salvador porque Jesucristo realizó allí muchos milagros.
Éste capítulo 9 narra diferentes milagros y acontecimientos de Jesucristo. Para un mayor entendimiento, decidí hacer una pequeña reflexión aplicada a nuestra vida hoy y dividirlo en 8 partes. Aprendemos que Jesús vino a DARNOS ejemplo de lo que es DAR, para que lo imitemos.
1. PERDONÓ Y SANÓ
Le llevaron un paralítico. Jesucristo al ver su confianza en Él hizo dos cosas: Primero le perdonó sus pecados, pero algunos fariseos murmuraban diciendo que blasfemaba. Segundo, Jesucristo conociendo sus pensamientos le dijo al paralítico que se levantara, tomara su camilla y se fuera para su casa. 8 Cuando la gente vio esto, quedó muy impresionada y alabó a Dios por haber dado ese poder a los seres humanos. (¿Buscas a Jesucristo para que te perdone tus pecados? o ¿solo para que te solucione tus necesidades?)
2. COMENZÓ A FORMAR SU EQUIPO DE TRABAJO
9 Jesús vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado cobrando impuestos para el gobierno de Roma. Jesús le dijo: «Sígueme». Mateo se levantó y lo siguió. (Los cobradores de impuestos no eran personas apreciadas por los judíos, por cuanto el dinero recibido se iba para Roma y muchos de ellos saqueaban para su beneficio propio. Jesús no llamó a lo mejor de la sociedad para ser sus discípulos. ¿A quienes escogerías tu para formar un equipo de trabajo?).
3.DEMOSTRÓ LA GRACIA DE DIOS CENANDO CON PECADORES
10 Jesús y sus discípulos fueron a comer a casa de Mateo. Con otros cobradores de impuestos y gente de mala fama. 11 Cuando algunos fariseos vieron a toda esa gente, les preguntaron a los discípulos: —¿Por qué su maestro come con cobradores de impuestos y con pecadores? 12 Jesús oyó lo que decían los fariseos y les dijo: —Los que necesitan del médico son los enfermos, no los que están sanos. 13 Mejor vayan y traten de averiguar lo que Dios quiso decir con estas palabras: “Prefiero que sean compasivos con la gente, y no que me traigan ofrendas”. Yo vine a invitar a los pecadores para que sean mis discípulos, no a los que se creen buenos.
4. ENSEÑÓ SOBRE EL AYUNO
14 Los discípulos de Juan el Bautista fueron a ver a Jesús y le preguntaron: ¿Por qué tus discípulos no ayunan?15 Jesús les respondió:—En una boda, los invitados no están tristes mientras el novio está con ellos. Pero llegará el momento en que se lleven al novio. Entonces los invitados ayunarán. (Jesús enseña que el ayuno no debe ser una práctica religiosa, sino un tiempo para orar y buscar a Dios de corazón, el ayuno sin oración es una dieta, indirectamente les hablaba de Él mismo, quien dentro de poco partiría)16 »Si un vestido viejo se rompe, no se le pone un parche de tela nueva. Porque al lavarse el vestido viejo, la tela nueva se encoge y rompe todo el vestido; y entonces el daño es mayor.17 »Tampoco se echa vino nuevo en recipientes viejos, porque cuando el vino nuevo fermenta, hace que se reviente el cuero viejo; así se pierde el vino nuevo, y se destruyen los recipientes. Por eso, hay que echar vino nuevo en recipientes de cuero nuevo. De ese modo, ni el vino ni los recipientes se pierden. (El vestido viejo y el vino viejo representan "la religiosidad" impuesta por los hombres. El ayuno que hacían según la ley de Moisés se convirtió en una práctica religiosa, pero sin arrepentimiento Una persona que cumple con los ritos religiosos pero lleva una vida apartada de Dios, está ciega y sorda espiritualmente, muerta para Dios en sus delitos y pecados, como lo enseña Efesios 2:1. En cambio el vino nuevo y el cuero nuevo, representan la obra que Jesús estaba comenzando a enseñar, para formar una iglesia nueva con toda clase de personas dispuestas a seguir sus enseñanzas y comenzar una relación personal con El. La iglesia de ese entonces, también es hoy la misma. El vino nuevo representa "el nuevo pacto" "las buenas nuevas del evangelio" que Cristo nos enseñó. El vestido nuevo, somos nosotros quienes nos hemos dispuesto a recibirlo, escucharlo y vivir de acuerdo con sus enseñanzas. Dejamos nuestra vieja manera de vivir. No nos amoldamos a las enseñanzas de los hombres apartadas de las enseñanzas de Jesucristo.
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